Altramuces secos para adelgazar
Efectos secundarios del altramuz
El objetivo de este estudio era comparar los parámetros de productividad final, la calidad de la canal y de la carne en patos alimentados con altramuz amarillo (Lupinus luteus) como fuente de proteína en lugar de harina de soja. Se dividieron 200 patos de Cherry Valley en dos grupos iguales. El grupo de control (1) fue alimentado con harina de soja y el grupo experimental (2) con altramuz amarillo. Se calcularon los parámetros de productividad. Tras 8 semanas de cría, se sacrificaron 10 patos de cada grupo. Se midió el pH de los músculos de la pechuga a los 15 minutos y a las 24 horas post-mortem. Se diseccionaron las canales y se pesó cada parte de la misma. Tras la disección, se analizaron los músculos de las pechugas y de las patas para determinar parámetros seleccionados de la calidad de la carne (capacidad de retención de agua y color). Además, se analizó la pérdida de goteo en las pechugas. Se comparó el peso corporal de los patos, así como la FI y la FCR entre los grupos (p<0,05). No hubo diferencias (p>0,05) entre los grupos en los parámetros posteriores al sacrificio, pero el peso de los despojos fue mayor (p<0,05) en el grupo 1 que en el grupo 2. No hubo diferencias en el peso de los músculos de la canal ni en la gordura entre los dos grupos (p>0,05). La ligereza (L*) y la amarillez (b*) de los músculos de la pechuga fueron mayores (p<0,05) en el grupo 2 que en el grupo 1. La capacidad de retención de agua de los músculos de la pata fue mayor (p<0,05) en el grupo 1 que en el grupo 2. El altramuz amarillo en la alimentación de los patos como componente de alto contenido proteico no deterioró la mayoría de los rasgos cárnicos, ni los parámetros fisicoquímicos de sus músculos. Puede proponerse como alternativa parcial a la harina de soja.
Proteína de altramuz
También conocida como altramuz y lupino, esta legumbre amarilla procede del Mediterráneo (Lupinus albus) y de Sudamérica (Lupinus mutabilis). Ambas especies comestibles producen una judía de aproximadamente ½” de longitud, plana y de textura firme.
El ser humano ha consumido alubias Lupini a lo largo de la historia. Hace 2.000 años, durante la época de Augusto, los lupini eran un alimento común en todo el Imperio Romano y se consideraban “un plato de pobres” debido a su bajo precio.
Hoy en día se siguen consumiendo en estas regiones y en otras. En las últimas décadas se han criado variantes no modificadas genéticamente llamadas altramuces dulces. Éstos contienen una cantidad mucho menor de alcaloides tóxicos amargos y pueden consumirse con seguridad sin remojo.
Los altramuces tienen por naturaleza un sabor muy amargo. Para superarlo, se ponen en remojo y se enjuagan varias veces para eliminar los alcaloides. Así se consigue un interior húmedo, mientras que la piel exterior permanece crujiente. Su sabor es salado por el proceso de salazón, con un sutil dulzor natural. Al igual que la soja, el sabor del lupini es mayoritariamente neutro por sí mismo. Son ideales para las recetas en las que se desea resaltar los sabores de otros ingredientes.
Beneficios para la piel de los garbanzos
Los garbanzos han sido aclamados durante mucho tiempo como la superalubia. Son versátiles, saludables y el ingrediente estrella de uno de los aperitivos más populares de todos los tiempos, el humus. Sin embargo, hay una nueva alubia en la ciudad. O más bien, una judía muy histórica y antigua que está recibiendo un poco más de gloria y una atención muy merecida estos días: la judía lupini.
Las alubias lupini (a menudo llamadas altramuces) son semillas de la planta lupinus albus. Son una legumbre que me recuerda a una mezcla de garbanzo, edamame, soja y haba. La judía lupini tiene una historia impresionante y lleva miles de años proporcionando un potente aporte de proteínas. Aunque se encuentran sobre todo en los países mediterráneos y en las culturas sudamericanas, los arqueólogos han rastreado las alubias lupini hasta el antiguo Egipto, e incluso eran un alimento básico en la cultura del Imperio Romano. Se dice que estas pequeñas judías servían de combustible a los guerreros romanos en las batallas. El Coliseo es aún más impresionante.
Las alubias Lupini o altramuces son realmente como un alimento de superhéroes en la época de la alimentación baja en carbohidratos y alta en proteínas. Las alubias Lupini son unas judías muy potentes que están repletas de proteínas vegetales (una taza de alubias Lupini hervidas tiene la friolera de 26 gramos de proteínas), lo que hace muy felices a los veganos y a los consumidores preocupados por su salud. Están llenas de fibra y son bajas en carbohidratos (cero carbohidratos netos, para los amantes de la cetología) y bajas en calorías (sólo 60 calorías en 25 judías), lo que hace que las judías lupini sean un superalimento y un tentempié saludable que tienes que empezar a incorporar a tu dieta ahora mismo. Piensa en esta judía como una maravillosa adición a tu “bolsa de aperitivos”.
Habas frente a alubias lupini
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Los altramuces son unas legumbres muy populares en todo el Mediterráneo, que se suelen consumir en escabeche o como tentempié. También llamadas altramuces, a veces se utilizan como sustituto de la carne por su abundante perfil de aminoácidos, comparable al de la soja, lo que convierte a las alubias lupini en una excelente fuente de proteínas. También son relativamente fáciles de cultivar, otra razón por la que los altramuces se están convirtiendo en una opción proteica vegetal muy popular.
Sin embargo, los altramuces son un poco más exigentes que otras judías. Debido a los alcaloides amargos presentes en los altramuces secos, pueden ser venenosos si no se preparan adecuadamente. Así que si se preguntaba por qué este auténtico superalimento no es más popular, ya tiene la respuesta. Pero no se desespere, hay muchas formas de comerlos, y los fabricantes han hecho que los altramuces sean cada vez más accesibles.